La familia Castelao y el "secreto del temple" en Taramundi

El Museo de la Cuchillería de Taramundi alberga una pequeña sala, en la planta superior, dedicada al “secreto del temple”, un proceso que consiste en calentar la hoja y enfriarla bruscamente para conseguir condiciones de dureza y tenacidad óptimas que, antiguamente, estaba rodeado de misterio.
MARIO CASTELAO EN SU TALLER. FOTOGRAFÍA DEL ARCHIVO ETNOGRÁFICO DEL AYUNTAMIENTO DE TARAMUNDI

La navaja de Taramundi no sólo constituye hoy en día uno de los principales reclamos turísticos y comerciales del concejo, sino que hace ya muchas décadas que las navajas de Taramundi cruzan el Oceáno Atlántico en el bolsillo de quienes querían llevarse un recuerdo singular de Asturias, con todo el poder simbólico de la tradición y la vinculación con el territorio.
Antiguamente, el oficio pasaba de generación en generación dentro de las familias del concejo. La familia Castelao, como la familia García de Mousende, son dos ejemplos paradigmáticos.

Colección de "xarrapas" en el Museo de la Cuchillería de Taramundi

Los Castelao eran arrieros dedicados al transporte de hierro. Más tarde, empezaron a fabricar clavos durante tres o cuatro generaciones. Ya en el s XIX, Ygnacio Castelao, fue a trabajar a la fábrica de armas de Trubia. Allí estuvo seis años en los que aprendió nuevas y estacadas técnicas. Cuando volvió, mejoró el oficio de herrero en su familia y empezó a fabricar navajas con las que, aunque hizo pocos ejemplares, pudo enseñar a otros miembros de su familia nuevos procesos de fabricación que aumentaban la calidad respecto de las navajas que se venían haciendo en Taramundi.

La familia Castelao está considerada la pionera del concejo taramundés en la elaboración de navajas con fines comerciales, que eran conocidas popularmente como “xarrapas” en alusión al mote de la casa familiar (Casa Xarrapo).

La familia Castelao mantuvo el “secreto del temple” hasta el último cuchillero de la familia. Mario Castelao Pereiro (Valín 1922 – Llan 2018), descendiente directo de la Casa de Xarrapo, elaboró en su bodega de Llan (Taramundi) las últimas navajas “xarrapas”, que fueron famosas y muy demandadas por su temple y su corte.

Mario falleció sin desvelar a nadie el secreto del temple, un proceso que, en esencia, consiste en calentar la hoja y enfiarla bruscamente en agua o aceite para conseguir condiciones de dureza y tenacidad óptimas para el corte.

 El secreto era guardado celosamente por la familia Castelao y pasaba de padres a hijos, evitando que las mujeres de la familia lo descubrieran (probablemente para que, al casarse, no pudieran compartirlo con sus maridos).

 

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