Baños de bosque
Adéntrate en el bosque atlántico y descubre sus múltiples beneficios
- A Pontenova (Lugo)
El bosque atlántico es uno de los bosques más biodiversos -es decir, con mayor riqueza biológica- del mundo. En Galicia, al bosque atlántico también lo denominamos con otro nombre: fraga. El término fraga hace referencia a una extensión de monte, por lo general aislado y de difícil acceso, poblado de distintas especies caducifolias, de hierbas, musgos, líquenes… y en la que convive una gran diversidad de fauna.
Resulta evidente que el contacto con la naturaleza, especialmente cuando supone alejarse de la contaminación causada por la actividad humana, es beneficioso para la salud. No obstante, uno de los principales motivos que avalan los efectos beneficios del bosque sobre la salud no reside en la limpieza del aire; muy al contrario: el aire, bajo las copas de los árboles, está repleto de sustancias que éstos liberan al ambiente. Respirar estas sustancias, conocidas como compuestos orgánicos volátiles o fitoncidas, tiene innumerables beneficios para la salud y el bienestar emocional.
Los fitoncidas tienen propiedades antiinflamatorias, antitumorígenas y neuroprotectoras, entre otras. Inhalarlos durante un paseo por el bosque produce beneficios científicamente comprobados sobre la salud humana. Cuanto mayor es la biodiversidad del bosque, mayores son los beneficios.
Precio y duración de las sesiones
Precio único
20 €/persona
Duración
2 horas
¿Cómo se hace un baño de bosque?
Un baño de bosque no es un simple paseo por la naturaleza.
Es un recorrido consciente, es detenerse y dejar a un lado la rutina y las preocupaciones del día a día.
Se trata de conectar verdaderamente con la naturaleza mediante una serie de actividades que nos permitan situarnos en el aquí y el ahora, respirando, escuchando, observando lo que nos rodea.
Por eso, nuestras sesiones de terapia forestal o baños de bosque están guiadas por un profesional -psicólogo titulado con especialización en Mindfulness y EMDR- que también es guía de montaña y que nos adentrará en el bosque atlántico mediante una experiencia de búsqueda del bienestar respetuosa, profesional y saludable.
Una experiencia basada en el territorio y la cultura del lugar.
La frilufsliv (vida al aire libre) típica de los países escandinavos o el sanlimyak de Corea del Sur, son referencias habituales a la hora de hablar de los beneficios de la naturaleza sobre la salud. Pero quizás el país que más ha contribuido a popularizar los baños de bosque es Japón. Cuando desarrollaron esta práctica -a la que llaman shinrin-yoku-, hoy extendida a gran parte del mundo, los japoneses lo hicieron en estrecha consonancia con la cultura de veneración por la naturaleza que caracteriza sus prácticas y creencias espirituales, muy ligadas al budismo.
Sin embargo, es importante advertir que nuestra propuesta de terapia de naturaleza entiende y respeta el valor de estas referencias espirituales, pero no forman parte de nuestra práctica. Todas nuestras actividades están vinculadas al territorio y a la cultura del lugar. Nos adentramos en el bosque atlántico conscientes de su biodiversidad específica, para conocerlo, valorarlo y beneficiarnos de sus propiedades sin añadir elementos propios de la práctica de determinadas filosofías o creencias.